¿Por qué te dan ataques de ansiedad?
17 enero, 2024
El sentimiento de ansiedad es completamente normal en el ser humano, podemos sentirnos inquietos y con miedo ante algunas situaciones relacionadas con el estrés y hasta cierto punto nos ayuda a enfrentarlas, produciendo un estado de alerta como mecanismo de defensa.
Por naturaleza, ante cualquier evento que pueda representar peligro causado por un estímulo externo, el cuerpo se prepara para enfrentarlo con ayuda de nuestro sistema nervioso simpático, cuya función es la de generar una respuesta inmediata de lucha o huida, controlando ciertos órganos para la activación rápida de reflejos y reacciones como el aumento de la presión arterial, dilatación de los bronquios y vasos sanguíneos, estimulación de las glándulas sudoríparas y glándulas suprarrenales para producir adrenalina y noradrenalina, entre otras funciones que nos ayudan a estar alerta para movernos rápido y correr, así como llenar bien nuestros pulmones en caso de necesitarlo.
Sin embargo, cuando el sentimiento de ansiedad se vuelve demasiado frecuente e invasivo en nuestra vida, podría estar reflejando un trastorno de ansiedad y llegar a presentar episodios persistentes y repentinos de sentimientos de miedo e inquietud que sumados a una serie de síntomas físicos, podrían ser identificados como ataques de ansiedad o de pánico, ante los que se activa el modo en alerta como respuesta, pero sin un estímulo externo real, es decir, cuando no estamos ante un peligro físico que requiera reacciones de lucha o huida.
Durante estos episodios, que generalmente duran entre 10 y 45 minutos, las personas pueden experimentar un sentimiento de ataque cardiaco e incluso la sensación de que van a morir en ese momento. Estas crisis llegan a afectar la vida de quien las padece cuando comienzan a interferir en las actividades cotidianas e impiden que pueda desarrollar su vida de manera habitual, pues estos ataques se vuelven difíciles de controlar y las personas tienden a evitar lugares o situaciones que sienten que pueden detonarlos.
Aunque se desconocen las causas precisas que provocan este tipo de trastornos, existen factores de riesgo que pueden llegar a desencadenarlos tales como: sufrir o presenciar un evento traumático, sufrir o haber sufrido maltrato, acumular estrés de manera prolongada y excesiva por alguna pérdida, sobrecarga de trabajo, preocupaciones médicas o financieras o cualquier situación que provoque este sentimiento, padecer otras enfermedades mentales como la depresión, la ingesta de algunas sustancias psicoactivas como drogas o alcohol que puedan provocar o empeorar la ansiedad, y hasta predisposiciones genéticas hereditarias.
Si sientes que puedes estar presentando este tipo de ataques relacionados con algún trastorno de ansiedad, es importante que consultes a un especialista que pueda realizar un diagnóstico adecuado para tomar las medidas necesarias que te ayuden a controlarlos y evitar que afecten de manera considerable tu vida.
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