Los gastos hormiga: perder tus ahorros poco a poco.

11 enero, 2024

Es completamente normal que nuestras finanzas fluctúen mes con mes, en especial si no tenemos una planificación ni registro de nuestros ingresos y egresos. Sin embargo, es importante mantener una vida financiera saludable que nos permita tener un mayor control sobre nuestro dinero, para hacerlo rendir lo más posible.

En ocasiones realizamos compras pequeñas en nuestro día a día que no teníamos previstas, pero que no representan un gasto significativo, o al menos eso parece en el momento, que si un cafecito, unas papitas, un chicle, una agüita. Sin embargo, la suma final de todos estos “pequeños gastos”, a los que les llamamos gastos hormiga, tienen un impacto considerable en nuestra economía.

A veces los gastos hormiga son imperceptibles, y aunque no está mal hacer una que otra compra para saciar un antojito, tenemos que ajustar nuestro presupuesto para tratar de contemplarlos y que no se salgan de nuestra planificación hasta el punto de impactar de manera considerable nuestro bolsillo a largo plazo.

Una manera de prevenir este tipo desembolsos es adelantarte a ellos con alternativas para evitar las compras innecesarias, como traer contigo con una botella de agua o un termo reutilizable, y uno que otro snack en tu bolso, para contrarrestar los antojos que puedan surgir durante el día. Es cuestión de balancear tu consumo y gastos, y encontrar la manera más económica y eficiente de hacer rendir tu dinero.

Otro tipo de gastos hormiga que a menudo pasan desapercibidos son algunos cargos por servicios de telefonía, internet, plataformas de streaming, televisión y hasta aplicaciones móviles. Te recomendamos hacer una revisión de todos tus planes contratados, analizar tus hábitos de consumo, priorizar y deshacerte de los que ya no utilizas. 

Te recomendamos mantener un registro de tus egresos para que puedas analizar mejor en qué gastas tu dinero y evaluar qué gastos, que no son imprescindibles, puedes evitar o reemplazar por alternativas más económicas, o modificar tus hábitos de consumo. Puedes proponerte metas a corto plazo de ahorro con incentivos como motivación para mejorar tus finanzas. Lo importante es encontrar el balance y lograr administrar tu dinero de manera responsable.

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