Cómo hacer más fácil el cambio de ciudad para tus hijos

26 noviembre, 2014

Las mudanzas no son tan amables con los chicos, pues justo cuando se sienten cómodos en la escuela, logran hacer amigos y se acostumbran a la ciudad donde viven, es hora de irse

Hacer un balance entre la vida profesional y la familiar no siempre es sencillo. A veces debes hacer sacrificios, pero al final siempre lo haces para el beneficio de los tuyos y, en ocasiones, eso significa cambiar tu lugar de residencia.  Por supuesto, no a todos en casa les caerá muy bien la noticia, sobre todo a tus hijos. Para ser sinceros, es difícil culparlos por no ser tan receptivos a la idea de vivir en otra ciudad, o quizá otro país, pues la niñez y la adolescencia son las etapas en las que comenzarán a definirse y aprender a convivir con otra gente, a hacer conexiones duraderas y encontrar personas afines.

Sin embargo, si la mudanza es inminente, deberás buscar la manera de hablar con tus hijos y llegar a un acuerdo. Por ejemplo:

Sé el que más preparado para el cambio. Si tú  mismo no estás seguro, el resto de tu familia sentirá tu titubeo y, principalmente los más jóvenes, se darán cuenta.

Sé positivo al dar la noticia. Compártelo con entusiasmo y como una oportunidad de probar nuevas cosas. Pero al mismo tiempo, acepta los comentarios de los demás y muéstrate abierto a sus argumentos, en caso de que no estén de tu lado. Quizá haya comentarios dignos de meditarse.

Investiguen juntos. Tomen un tiempo para buscar revistas, páginas de Internet y libros acerca de la nueva ciudad donde vivirán. Aprendan sobre sus centros culturales, las actividades que son más populares, su gastronomía y sitios de interés. Podrían darse cuenta de que en su nueva casa tendrán oportunidad de explorar aficiones que actualmente no pueden o que, incluso, no sabían que tenían dentro de sí.

Prepáralos para las despedidas. Esta parte será la más complicada, en especial para tus hijos. Los adultos veremos los adioses con menos dramatismo, pero para los niños y jóvenes es un asunto más delicado: se alejan de su mejor amigo. Dales oportunidad de que elijan realizar una pequeña fiesta o una reunión en su sitio favorito para que entiendan que sabes bien por lo que están pasando. También permíteles tener su espacio para hacerlo, y reafírmales que habrá oportunidad de mantenerse en contacto, ya sea por medios tecnológicos o con un viaje futuro.

Enamórense de su nueva casa. Una vez que lleguen al flamante domicilio, vayan de paseo juntos y exploren la ciudad. Quizá conozcan en pocos días un nuevo parque favorito, una cafetería para pasar el rato, la escuela perfecta y vecinos que pronto serán amigos entrañables. Nunca olvides escuchar las inquietudes de tus hijos, y no las minimices. Así sentirán tu apoyo y la transición será más sencilla.

Así como te preocupas de tener un mejor ingreso para el futuro de tus hijos, piensa en su educación. Contrata un Plan Educacional Superación y ahorra para que mañana estudien donde sus sueños se hagan realidad.

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