Robos al zoológico
23 mayo, 2013
Parece que ni las jaulas, mallas de metal, puertas de seguridad ni otros artilugios mantienen a salvo a los animales cuando un ladrón les pone el ojo encima
Ni siquiera se nos ocurre pensar en quién intentaría robarse un panda cachorro o algún especímen de las aves en peligro de extinción, pues la idea suena ridícula tan sólo al ver que hay que cruzar una zanja bastante profunda, o librar un muro para cargar en nuestros hombros a un oso de nuestro tamaño. ¿Qué le vamos a decir al guardia, que disfrazamos a nuestro hermano mayor de panda en pleno verano?
Pues velo como iniciativa o simplemente un tornillo suelto, pero ha habido cientos de intentos, algunos fructíferos, otros no tanto, de robos de animales de zoológico en los último diez años. Está el caso de aquel que entró a uno de cachorros, en donde se permite a los visitantes interactuar con sus habitantes, y se llevó una cabra… para que lo acompañara a un bar del centro de la ciudad. Gracias a que alguien llamó a la policía, los administradores del zoológico se dieron cuenta y regresaron a Shirley, la cabra y conductora designada, de regreso con sus compañeros.
Por supuesto, otros se llevan animales para venderlos a millonarios con jardines exóticos, e incluso para venderlos en el mercado negro por su bello plumaje o piel especial para botas. Así que ya sabes, no hay sitio infalible, por lo que más vale que tengas Hogar Bien Seguro, con el que te proteges de intrusos con no tan buenas intenciones como el buen borrachín que secuestró a Shirley. Contrata directamente en este enlace: http://bit.ly/10lJfTy
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