La ciencia detrás de tu enamoramiento
13 febrero, 2017
Ah, el amor. El tema preferido de pegajosas canciones pop y miles de páginas de literatura también repercute en nuestro cuerpo desde los primeros síntomas. ¿Sabes por qué sientes mariposas en el estómago cuando vez a la persona que añoras?
A continuación te explicamos el porqué de tres típicos comportamientos de enamorado:
El amor empieza en el estómago
Tu mamá te dijo que se llaman mariposas, pero en realidad es una reacción química al estrés. Así es, eso que sientes cuando tu amado o amada aparece en tu campo de visión es una forma de tensión. Es parecida la respuesta de tu cerebro al sentirse en una situación de peligro: le ordena al hipotálamo que se prepare y que avise a la glándula pituitaria que le diga a las gandulas suprarrenales que produzcan más adrenalina.
El resultado de este teléfono no-descompuesto es que tu corazón se acelera, la presión de tu sangre aumenta y tus músculos tienen mejor circulación. En situaciones de peligro te alista para pelear o huir. Si te enamoras, sólo hay mariposas, pues menos sangre llega a él y es más sensible —al fin y al cabo, tiene alrededor de 100 millones de células nerviosas.
El amor es ciego
Todos conocemos a un amigo que, a pesar de nuestra sorpresa, se ha enamorado de la persona equivocada: tiene todos esos defectos que alguna vez juró no tolerar en otra gente y nadie entiende por qué. La culpa es de su cerebelo, el responsable de los juicios que tomamos, el razonamiento, el aprendizaje y los sentidos clave: tacto, visión y oído. Cuando alguien está enamorado, esta parte importante del cerebro suprime la actividad neuronal asociada con las evaluaciones que, en otras ocasiones, son más críticas respecto al carácter o físico de otras personas.
Y por si te lo preguntabas, sí, también lo mismo pasa cuando una madre ve a sus hijos.
El amor es loco
El amor también tiene efectos secundarios.
Sin embargo, no es nada alarmante si se presentan moderadamente, por lo que no es necesario acudir a un médico si de repente pierdes el apetito, te cuesta trabajo dormir o aumenta tu ansiedad.
Empezarás a tener algunas actitudes compulsivas, como revisar de manera constante el reloj o el teléfono (para checar s hay mensajes nuevos, o si ya es hora de su cita), o notarás cosas que antes pasabas por alto (los intereses del otro comienzan a ser parte de tu vida). Las hormonas y el instinto de la perpetuidad de la especie entran en juego, nada más, así que no te preocupes.
Ya sea que estés en las primeras etapas o en el momento en el que la relación ya es un compromiso serio (dato curioso: la oxitocina y la vasopresina juegan un papel importante cuando una pareja ya no es casual), recuerda que un buen detalle es asegurar a tus seres queridos con un seguro de gastos médicos. En MAPFRE México podemos agregar a tu esposa o esposo a la misma póliza, o conoce las ventajas de nuestras opciones más sencillas, como Previcáncer, Protégela, Protégelo y RM15, especializados en ciertas dolencias específicas que son parte de la vida cotidiana.
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