El pararrayos humano
2 abril, 2013
Algo habrá hecho este caballero al dios del rayo, pues no fue golpeado por una o dos de sus centellas, sino por siete a lo largo de toda su vida
Roy Sullivan es un cuidador de parque con la peor (¿o mejor?) sincronía del mundo. Entre 1942 (el año en que los nazis aprueban su “solución final al problema judío”) y 1977 (cuando la primera de Star Wars fue estrenada) siete rayos lo golpearon. Siete. Eso puede traducirse como una fantástica probabilidad de 22,000,000,000,000,000,000,000,000 a uno. Sería más sencillo ganarse la lotería, encontrarte con Ryan Gosling en un bar llorando porque su novia no lo quiere o que Justin Bieber acuda a la fiesta de cumpleaños de tu hija. Pero Roy Sullivan, curtido estadounidense que no se iba a dejar de un fenómeno natural, sobrevivió a un septeto de ataques eléctricos del cielo y pudo contarlo al mundo con la mano en la cintura. La primera vez fue en abril de 1942, cuando se protegía de la lluvia en una torre de vigilancia; la segunda, en julio de 1969, mientras manejaba su camioneta; la tercera, en 1970 mientras estaba en su jardín; la cuarta, en 1972 mientras trabajaba en una estación del parque que cuidaba; la quinta, en 1973, cuando patrullaba y vio una nube que lucía amenazante. Aunque se alejó de ahí hasta perderla, no escapó del rayo, una de las razones por las que pensaba que alguna entidad (¿Zeus?) tenía como misión llevárselo con electricidad. El penúltimo percance fue en 1976 y lastimó su tobillo. Finalmente, en 1977, interrumpió su relajada sesión de pesca. Lo increíble fue que, a pesar de que existimos desde 1933, Roy nunca se aseguró con nosotros. No esperes a que un rayo te siga y consulta en nuestra página lo que tenemos para ofrecerte: http://bit.ly/13ajvcB
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