Los 5 pasos básicos para cambiar una llanta!
25 marzo, 2014
En el uso del auto, cambiar una llanta es parte del manual obligatorio. O si quieres impresionar a tu acompañante. Aquí te explicamos cómo
Entonces se te ponchó una llanta. No pasa nada. Para que un contratiempo de todos los días no se transforme en calamidad, te recomendamos asegurarte que tienes la herramienta necesaria en tu cajuela, antes de que salgas a pasear en tu auto. Esto es lo que hay que tener:
- Llanta de refacción
- Gato hidráulico
- Llave de cruz
- Triángulo reflector de emergencias -para indicarle a otros autos que estás detenido-
- Un cartón o plástico, guantes -sólo para evitar manchar tu ropa y manos-
Paso 1: nivelarse
Ya que vas a cambiar la llanta, procura mover tu carro a un costado del camino, para no obstruir el tráfico, y que sea en una superficie plana y firme. Enciende tus intermitentes, indica a los demás que estás detenido con los triángulos reflectores y arremángate la camisa.
Paso 2: afloja las tuercas
Con la llave de cruz, encuentra la entrada en donde encajen bien las tuercas de la llanta. La llave se adapta a todas -por eso tiene cuatro distintas- y es posible que tengas que quitarle la tapa para acceder a ellas. Debes girar la llave en sentido contrario a las manecillas del reloj y, en ocasiones, puedes pararte sobre ella para que se muevan. Recuerda: sólo afloja las tuercas, no las quites todavía.
Paso 3: levanta el auto
No tendrás que tener la fuerza de un fisicoculturista, sólo tu gato hidráulico. Todos los manuales de auto indican cuál es el punto para poner el gato. Generalmente es entre las llantas trasera y delantera -tiene una marca-, así que aprovéchala y colócalo a esa altura. Mueve la palanca del gato y sigue haciéndolo hasta que la llanta que reemplazarás esté a uno 15 centímetros del suelo.
Paso 4: se va una llanta, entra otra llanta
Termina de aflojar las tuercas y remuévelas. Con cuidado toma la llanta y quítala. Toma la llanta de refacción y alinéala con los agujeros de los tornillos con los del rin y empújala lo más que puedas. Aprieta los tornillos apenas para que se mantenga en su lugar.
Paso 5: baja el auto
También con la ayuda del gato hidráulico, baja tu coche hasta que todas las llantas tocan el suelo y sostienen el peso. Aprieta bien los tornillos, uno por uno, y guarda tu herramienta. Lo has logrado.
Como ves, no es tan complicado, sólo que corres el riesgo de llenarte de tierra. Aunque, claro, no tienes que hacerlo porque si tienes un seguro de Auto con MAPFRE, tienes asistencia vial, por lo que nosotros nos encargamos de llantas ponchadas, envío de grúas o de cerrajero, así como también paso de corriente o gasolina. Llama al 01800 3627373 y contrata hoy mismo la cobertura más completa.
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